Colectivo Digital Creativo

El cuerpo de Sísifo

In Arte, micro Críticas on 26/08/2010 at 15:26

Si hubiéramos de abordar una exposición en torno a la sensibilización y reflexión sobre el cuerpo desde una mirada femenina, difícilmente podríamos esquivar ciertas reivindicaciones feministas. En este caso, Aline P muestra una ambigüedad sexual muy marcada que nos permite trazar líneas de expresión donde lo masculino coloniza violentamente el territorio sexual de lo femenino. Una provocación exaltada, donde algunos rasgos físicos típicamente masculinos han sido descontextualizados, incorporados a una alteridad distinta, favoreciendo el choque de miradas.

La violencia que ejercen algunos hombres sobre las mujeres se ha hecho pública en los medios de comunicación, hasta el punto de otorgarle, en muchas ocasiones, una dimensión espectacular. Esta cuestión permite a muchos creadores plantear el tema desde perspectivas radicales, sin entrar estrictamente en lo explícito del ámbito familiar. Planteamientos que atacan estereotipos y buscan dinamitar el discurso machista que se posiciona y muta en el cuerpo, en el lenguaje, en la calle, en casa, en el aula, etcétera. En este sentido, Aline P declara su deseo de tener un cuerpo de hombre. Y en este  extraño contexto terminan situándose muchas mujeres, no desde un punto de vista psíquico, sino desde una asunción implícita, condicionada por los mass media. Así su obra hace del cuerpo un arma de denuncia con altas dosis de ambigüedad. La artista reivindica un tratamiento social del cuerpo más allá de los rasgos físicos que lo definen. El mito de Sísifo concluye que éste era un Dios absurdo, es decir, una divinidad masculina que se representaba siempre empujando una piedra. Una vez que lograba subir el peñasco a la superficie, Sísifo terminaba bajando de nuevo al infierno. Este proceso explicaría la libertad instantánea del cuerpo, la paradoja existencial que envuelve a muchas mujeres en su lucha particular contra toda forma de opresión. Al contrario de lo que se plantea en la obra de Camus, la artista no cree que esta estructura circular del mito sea imperecedera. Es decir, no hay un eterno retorno o, en su defecto, trata de negarlo, vislumbrándose el rayo, rompiéndose el mito, provocando al espectador para que cuestione las condiciones naturales del cuerpo femenino.

http://alinep.jimdo.com/

Deja un comentario